La torre del telégrafo óptico de Adanero formó parte de la línea telegráfica de Castilla, Madrid-Irún, proyectada por José María Mathe y establecida en la década de 1840 con el objetivo de unir Madrid mediante el telégrafo óptico con todas las capitales de provincia del territorio peninsular español.
El interés por la recuperación de las torres salió de los técnicos responsables del enton- ces Museo de las Telecomunicaciones. Fueron José María Romeo Pérez y Rafael Romero Frías en 1998, los que realizaron gestiones para intentar ejecutar la restauración de la torre del Castrejón sin resultado, pero esta iniciativa dio pie para la restauración de la torre de Adanero.
Para su realización, Telefónica Móviles, en calidad de promotora de las obras, suscribió un convenio con el Ayuntamiento de Adanero (titular de la torre y responsable de la gestión de las visitas y del mantenimiento), la Fundación Telefónica (luego responsable de los soportes informativos) y la familia Luengo, propietaria de los terrenos sobre los que se asienta la torre, y dueña de una explotación agropecuaria destinada a la cría de cerdos, y cuyas instalaciones casi rodean el edificio.
La torre de Adanero había perdido completamente sus cubiertas, alfarjías, escalera y carpinterías, y gran parte de sus revestimientos exteriores e interiores. Se llevó a cabo la restauración de la construcción, y se recreó una estructura de señales, tomando como referencia los pocos datos gráficos disponibles, y las huellas que la armadura de soporte había dejado en la coronación de los muros.