En la localidad vallisoletana de Trigueros se levanta el castillo, en un ligero altozano a las afueras de la localidad, vinculado a la familia de los Robles.
A pesar de las buenas defensas con las que contaba este castillo, en la guerra de las Comunidades (1521) el alcázar fue sitiado por las tropas del obispo Acuña, que ayudadas por los vecinos del pueblo descontentos con los abusos de sus señores llegaron a tomarlo, obligando a su rendición a los defensores, lo que provocó la destrucción de la muralla externa.
La estructura actual permite distinguir dos fases de construcción. El recinto interior es de mampostería de planta cuadrangular, con torreones pequeños en las esquinas y otros más grandes en medio del lienzo.
La parte más destacada del castillo se localiza en sus subterráneos ya que el sótano de la barbacana es una nave abovedada que serviría de caballeriza. Se cree que esta nave accesible se repetía en el resto de los lienzos del primer recinto. El recinto interior también posee subterráneos en la zona este y sur, destinados a bodega y a caballeriza respectivamente. Se cree que en los lados norte y oeste existirían también naves bajo tierra.